
Dementes los volcanes me bailaron un flamenco, los ríos sedientos se ahogaron en lujurias prohibidas, y el sol se ha puesto su capucha, se muere de frío.
Espadas sedientas de sangre roja, de sangre con glóbulos blancos y hemoglobina, raíces conteniendo su aliento, caparazones colgados en los hombros y mi alma esgrimida en una estocada feroz del viento.
Viviré en mi memoria, aiya di nä maleficarum, sonrían pajarillos los rascacielos serán sus nuevos nidos.
Viento, padre mio, es hora de que me des mi legado, devuélveme mis armas que estoy listo para esgrimirlas, y los ojos rojos del fuego negro de los sueños perdidos en el abismo sin eco al cual llaman olvido.
Así empezó, ¿o terminó? bueno, no importa, así sucedió, un día, como todo lo que ocurre en este mundo regido por el tiempo, todo ocurre un día... pero este día era diferente, porque era el último, y no el último porque hayan dejado de existir, sino por el simple hecho de que los que contaban los días desaparecieron. por lo que, era el último día.
cinco piernas y colmillos afilados, tres pares de alas grises y una decisión predicha en un papel con sello de ojos alados. Esa era la profecía, LA profecía, en la que un veredicto estaba ya dicho antes de que suceda, a la final, cualquiera hubiera podido decirlo, estaba muy claro, solo que nadie acepta su propio fracaso, esa es la naturaleza humana.
si, estaba dicho, los humanos desaparecerían ese día, el último, pero eso ya no importa, el caso es que ahora estoy meditando a donde ir y que hacer. Me duelen mucho los brazos, fue un ejercicio gigantesco ser el antiparasitario de Ëa, pero al fin lo logré, acabo de asesinar a mis compañeros, a los que me ayudaron a quitar esa mancha de este planeta, acabo de sacar mi espada del corazón del último, en verdad necesito un descanso.
Con este silencio al fin puedo escuchar el murmullo de mis alas y mis ojos comienzan a oscurecerce con mayor rapidez, estoy curándome, ya casi me quedo ciego.
Silencio, nada, solo el viento nada mas.
es realmente hermoso el bosque en el que estoy, uno de los últimos, un bosque frió y grisáceo, les dije a mis compañeros que empezaríamos nuestra nueva vida en ese bosque, claro, solo era un pretexto para llevarlos allí y que su muerte sea hermosa, es lo que puedo hacer por ellos, además, como dirían los viejos maestros del druidismo, "no hay mayor orgullo que morir a los pies de un árbol"... es una lástima que yo no pueda tener ese placer.
Es tarde, no tengo tiempo para descansar, debo comenzar mi viaje, la última vez que camine, me encantaba caminar, era una de las cosas divertidas de estar en Ëa; ¡a caminar pues!
Que cansado que estoy, y que difícil que es moverme cuando estoy casi ciego, pero al fin estoy aquí, el lugar mas alto que pude encontrar, es un hermoso pico de roca perfilada y negra, abajo se extiende el pequeño bosque frió donde reposan mis compañeros, nunca he tenido miedo a las alturas, pero esta vez siento un vértigo emocionante, unas ansias de ver al Viento de cerca y a gran velocidad. Esas extrañas mariposas en estas entrañas asquerosas.
Es hora......seguiré caminando, el Viento me llama.