sábado, 23 de enero de 2010

Mirando como caen hojas de un árbol desde un bus

Las hojas de eterna primavera-otoño caen a los brazos del viento.
Él, el cansado hombre cansado, el que dormido despierta para mirar caer al duro suelo de la ciudad a las hijas de los árboles dormidos, mientras navega en los ríos-venas negras, en la nave inmensa de lentas ruedas y gritos fuertes, apoyando la cabeza en las sucias ventanas, él se enamora de la danza eterna del viento y las hojas suicidas. Mientras saca de su cabeza la tecno cumbia que es coreada por los pasajeros, se vuelve a dormir

Atlas de piel

Miles de palomas que no dejan de aletear, los pasos cada vez más lentos, los ojos del sol pegados en su nuca, cada piedra lisa bajo sus pies se estremece, y sus ojos casi cerrados presienten el camino que ya es tan común, una correa de cuero sostiene su vida en la frente, su vida de hormiga lo ha dejado pequeño y con dolor de espalda de los demonios de Cantuña, carga el mundo, humano-Atlas y unas manos de uñas pintadas, de lejos y con asco deja caer en las suyas agrietadas y vivas dos monedas pequeñas…..y nada más.

el monstruo de tiza

¡Salta! La tiza blanca amenazadora se repliega como deltas en el suelo, como monstruo inmenso espera, la boca abierta y los brazos extendidos, le lanzan piedras para tantear el terreno y después de apuntar al objetivo se salta, se pisotea al monstruo, pero un solo error, salir de los límites es peligroso. El golpe doble en la cabeza del monstruo para aturdirlo y regresar a toda prisa a la tierra segura, por partes, por pequeñas secciones se lo va haciendo propio -¡el brazo es mío!- así se gana al monstruo, y los guerreros ríen gozosos mientras atacan.

Miraré el cielo

Cantan los recuerdos de los sueños en un despiadado instinto de mantenerse vivo, ilusos!.... esperan contar pisadas dulces de caminos aciagos y lugares de descanso.
Pobres pequeños ilusos!....
Allá te veo en esa esquina que elegiste para volver a ser humano...te dio miedo?....a muchos le da miedo....

te dio miedo salirte de mi realidad, de la locura y la muerte...a mi me encanta estar aqui, fuera del limbo interno de la sociedad...en mi soslayo acompasado lleno de luces lleno de sombras...lleno de viento.

No mirar atrás?...está bien ...no mirar adelante? claro ¿porque no?....mirare el cielo, la luna nunca ha dejado de mirarme...

Te vi

Largos caminos infinitos que dan la vuelta a los siglos, allá en las inmensas cuestas-riachuelos negros de asfalto, en los ojos de la luna llena, que en esta ciudad son mucho más brillantes, en esos caminos donde te vi correr, caminar, saltar, casi volar junto a tu enamorado, llorar por permisos negados, esperar buses inmensos que te gritan al oído su letanía de sucursales, allí te vi y te conocí por idea onírica del viento, sí, como lo escuchas el viento nos presentó, en ese instante tu no volviste a ser tu, y yo ya no fui yo.

domingo, 17 de enero de 2010

hoy que llevo en la boca el sabor a perdido....



Hoy que la vida me carcome los oídos, que como siempre mi esencia aborrece este cuerpo agujereado....
Hoy, he decidido seguir caminando.

viernes, 8 de enero de 2010

Rayuela. cap. 7. Julio Cortazar

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibujo en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mi para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorver simultaneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua.

domingo, 3 de enero de 2010

Incógnitas

A veces uno se pone a pensar en tantas cosas, ¿porque esa mariposa se posa en esa flor? ¿Porque el viento sopla en esa dirección y no en la otra? ¿Porque nací humano, si pudiera ser un excelente árbol?

No lo sé, y sigo aquí con todos los años en la espalda, esos años que no se me renuevan como si tuviera nueva energía como les pasa a otros seres cuando les toca reencarnar en otro. Yo siento cada año de mi eternidad pesado inmenso, plagando mi espalda...

Es cierto, la felicidad se la debe pagar ¡y con qué intereses! al menos a este cuervo viejo le cobran cada centavo de felicidad con mano dura y extensas cuotas que ya llegan a parecerse a la deuda externa de este país...

Me duelen los ojos y los oídos, las manos y mi viejo corazón que le han dado tan bajas expectativas... y a pesar de que yo me revelé; mis pies tiemblan y me hacen tropezar... estoy viejo, lo se...

¿que quien soy? el estratega herido de la guerra sin cuartel.... no soy nadie desde el punto de vista humano... ni siquiera consto en su lista de despreciables... no consto en la lista, no soy..... No soy.

Mis alas se rompieron y caí aquí, no tengo con que repararlas y no sé cuanto tarde en hacerlo... no sé si pueda hacerlo.....

porque si solo hubieran visto por un segundo mis hermosas alas sabrían de que les hablo.... tres pares de alas inmensas, negras como la noche, fuertes como el viento, serenas y afiladas, escamosas y emplumadas, mis eternas alas que no se cómo reparar...

¿Que que soy? buena pregunta....como nunca conocí a uno igual a mí, nunca me pregunté eso...


Yacen muertas las estruendosas tormentas que un día blandí con mis garras, en el eterno abismo de espinas sin gloria, mi viento que como espada ceñida a mi espalda me guía por el mar negro y turbulento...

Uno a veces se pregunta tantas cosas.... y no puede contestarse...

Lenore

lenore

Lenore

Vincent

Jack

Señora mirando por la ventana como dos chicos al encontrarse bailan